- PONTE EN SU LUGAR Y SE OBJETIVO. La idea es ayudar a los demás sin resultar distantes ni implicarnos emocionalmente en sus problemas. Así estaremos libre para prestar la mejor asistencia.
- IDENTIFICA LOS SENTIMIENTOS DEL OTRO. Escucha con atención lo que te dice y lo que no te dice. Observa sus gestos, su tono de voz, haz las preguntas que sean necesarias para identificar qué es lo que está sintiendo.
- COMUNÍCALE LO QUE HAS CAPTADO. No te conformes con descubrir sus sentimientos. Hazle saber que has percibido lo que siente. Puedes hacerlo explícitamente, aunque también hay pequeños gestos que pueden demostrárselo.
- EMPATIZAR NO SIGNIFICA IMPLICARSE. No se lo mismo captar la angustia del otro que angustiarse. Cuando además de percibir el sentimiento, nos lo hacemos nuestro, dejamos de ser una ayuda para el otro. Hay que evitarlo.
- ADAPTA TU COMUNICACIÓN. Modula toda tu comunicación conforme al sentimiento identificado. Puedes mostrarte muy expresivo si has captado alegría o muy íntimo si lo que has percibido es tristeza.
- NO INTENTES SIEMPRE DAR SOLUCIONES. La gente no espera que podamos resolver siempre sus problemas. Muchas veces solo espera poder compartirlos con alguien que los comprenda
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